Actualizado Sep- 2020 | La gamificación en la educación ha llegado para quedarse, afortunadamente la sociedad actual ha dejado atrás refranes como el de “la letra con sangre entra”, que indicaba el maltrato físico como forma de educar y enseñar valores a los niños.
Comprobado pues que el castigos físico conlleva más problemas que ventajas, parece lógico que sea mejor divertirse aprendiendo a través de juegos adaptados a las edades de los pequeños y a los medios de que se disponga para conseguir los objetivos.
El nuevo curso escolar (septiembre 2020) llega con un nuevo reto para muchos docentes: crear aulas virtuales atractivas para una generación 100% digital.
La digitalización ha sorprendido a una generación que intentaba retrasar sus comienzos en la era digital «avanzada», como se han encontrado muchos padres y docentes tras el estado de alarma decretado el pasado marzo de 2020.
El ingenio, la obligación y responsabilidad llevaron a millones de personas a entrar de golpe en la digitalización, más allá de los conocidos smartphones.
Muchos creían que tener un teléfono inteligente sería suficiente para ser digital, pero la Covid-19 destapó todos los temores de quienes creían estar involucrados en las nuevas tecnologías.
En este caso hablaremos de los retos a los que se enfrentan los docentes con la «nueva normalidad» que lleva a las aulas a millones de estudiantes en todo el mundo.
Jean Piaget, padre de la teoría del desarrollo cognitivo de la inteligencia humana insistía en esta cuestión cuando indicaba que las niñas y los niños
“No juegan para aprender, pero aprenden porque juegan”.
Jean Piaget
Y siguiendo este razonamiento se puede establecer la importancia del uso de técnicas propias de los juegos en ámbitos formativos y profesionales, que es lo que se conoce como gamificación.
El carácter lúdico de la gamificación tiene que servir en cualquier caso para mejorar los resultados, aprender conocimientos y mejorar las propias habilidades recompensando acciones concretas y estableciendo clasificaciones que supongan una mayor motivación para el aprendizaje y la superación de las dificultades de cada alumno en un entorno tecnológico que ofrece cada día más posibilidades.
Si bien, no todos los juegos pueden ser adecuados para todas las situaciones sí pueden ayudar a reforzar las actividades formativas de índole más tradicional, o para evitar problemas como el bullying o facilitar la integración de alumnos con diversas capacidades.
La gamificación no se circunscribe únicamente a la Educación reglada y más institucionalizada de niños y jóvenes pues se ha demostrado que en la formación on-line, habitualmente más dirigida a adultos que quieren ampliar sus conocimientos en diversas materias, ya sea como hobby o a nivel profesional, y que suele incluir un porcentaje importante de autonomía, mejora la competencia en el aprendizaje e incluso una cierta relación social al establecer un ranking de alumnos en un entorno que suele ser habitualmente muy individualizado.
En cualquier caso, y especialmente con el e-learning, no se pueden obviar aspectos fundamentales en la aplicación de los juegos en la educación, como son la importancia de la parte estética del juego dentro de la plataforma tecnológica que nos encontremos, así como la narrativa del propio juego y sus reglas, que tienen que estar claramente definidas.
Con la gamificación se consigue:
- Aprendizajes
- Desarrollo personal y profesional
- Abrir otros entornos de comunicación
- Entretenimiento
- Facilidad de acceso desde cualquier dispositivo
La gamificación lleva años impleméntandose por una minoría que quiere marcar una diferencia que consigue y además comparte, estos son algunos ejemplos:
¿Conoces algún otros profesor que esté implementando la gamificación en sus clases?
Sí estás pensando en utilizar la gamificación en entornos educativos, podemos ayudarte a crear y diseñar una aplicación específica para ello. Llámanos al +34 679 44 64 36 o escríbenos a info@qualitydevs.com.