La gamificación en los videojuegos ha llegado para quedarse. Sin ir más lejos, Clash Royale ha conseguido fidelizar a sus 27,4 millones de jugadores en todo el mundo ofreciendo una experiencia divertida a través de un sistema de puntuación con “copas”.
La mecánica es simple: cuando ganas una batalla, consigues un premio y ocupas un determinado puesto en una tabla de clasificación en la que también están tus rivales.
También encontramos objetos extra (cofres que se abren después de ganar una batalla y contienen recompensas) o desafíos como forma de conseguir gratificaciones.
Los más de 200 millones de jugadores registrados en Fortnite se enfrentan a desafíos y recompensas de todo tipo, motivando a los gamers a superar pantallas horas tras horas. Esto es, consiguiendo engancharles y motivarles para que sigan adelante.
Estos son sólo dos ejemplos de gamificación en los videojuegos, que además, han sido trasladados a las aulas como guía de aprendizaje para los alumnos. La pregunta es fácil: ¿Por qué tiene tanto éxito esta tendencia? Vamos a conocer la respuesta en este post. ¡Sigue leyendo!
Gamificación en los videojuegos: motivar y fidelizar a los gamers
El concepto de gamificación surgió en 2008, año en que se empezaron a aplicar técnicas, elementos y dinámicas propias de los juegos al mundo profesional. El objetivo era potenciar la productividad, lograr metas específicas y fomentar el aprendizaje de los empleados. Correos, BBVA o Samsung son algunos ejemplos de empresas que emplean la gamificación con muy buenos resultados, tal como contábamos en un post anterior.
Paralelamente, los avances en tecnología han supuesto un rápido aumento de los videojuegos, creciendo su popularidad en todo el mundo. También en España: es el cuarto mercado europeo y noveno mundial en consumo de videojuegos con 455 empresas censadas en 2018 y 6.337 profesionales trabajando en esta industria.
Si durante los primeros años, las dinámicas de los videojuegos eran bastante simples y consistían en jugar contra tus compañeros; hoy en día, por ejemplo, la Realidad Virtual permite a los jugadores disfrutar de una experiencia inmersiva con mayor capacidad para sentir, ver, experimentar y estar más conectado con los demás jugadores.
Esta experiencia también permite ir más allá y aplicar técnicas como la gamificación en los videojuegos.
Por qué es importante la gamificación en los videojuegos
Jane McGonigal, diseñadora de juegos y escritora, señala que “los juegos nos desafían para un mejor uso de nuestras fortalezas y eliminan al miedo al fracaso, mejorando nuestras posibilidades de éxito. Los juegos apoyan la cooperación social y la participación cívica a gran escala”.
Un detalle más a tener en cuenta: los juegos nos divierten, nos abren una puerta a participar, a aprender, a comunicarnos de manera distinta, a resolver problemas e incluso sensibilizarnos.
Desde el punto de vista del marketing, la gamificación en los videojuegos presenta un potencial inmenso puesto que nos permite llegar a los jugadores (clientes) a través de una experiencia completamente distinta, más directa y motivando su participación.
El resultado es que esta acción nos ayudará a posicionar mucho mejor nuestra marca y resaltar frente a nuestra competencia.
Qué hacer para tener éxito haciendo gamificación en los videojuegos
¿Quieres atraer y retener clientes a través de la gamificación de videojuegos? Estos son los factores a tener en cuenta para que tu producto funcione:
1. Crear hábito: por ejemplo implementando desafíos recurrentes (por días o semanas). De esta manera, se crea en los jugadores una necesidad de conseguirlos y les fidelizamos (se mantienen en nuestro juego).
2. Progresión: la idea es que los jugadores noten que avanzan, que progresan en cada uno de los retos y que sepan en todo momento en qué punto se encuentra y cuánto les falta para conseguir terminarlos. Por ejemplo, mostrando una barra de progreso.
3. Ganar recompensas: imprescindibles cuando hacemos gamificación en videojuegos. Todo esfuerzo tiene su premio: vidas extra, dinero, nuevas metas, conseguir objetos, etc.
4. Poder elegir entre varias opciones: resulta muy positivo para un jugador que tiene diferentes retos abiertos a la vez tener la posibilidad de escoger a cuál darle prioridad frente a otro en ese momento.
5. Diversidad: tratar en la medida de lo posible que las metas por alcanzar sean distintas unas de otras, pueden estar o no relacionadas entre sí pero que como jugador vivas una experiencia distinta. Una de las posibilidades con mayor éxito es poder escoger entre jugar solo, en pareja o por equipo.
Si estás pensado en implantar técnicas de gamificación en videojuegos, en Qualitydevs podemos ayudarte.
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